¿Cómo se hace para ser feliz?

Sábado 19 de febrero. Día de ensayo en el Teatro La Biblioteca.

Hoy, además, realizaremos sesión de fotos.

La compañía va llegando. Hacen un café en el bar, comen algún croissant. En el camerino, Berta está probando el vestuario que tocará para hoy. Ensayaremos varias escenas, sobre todo, la parte del circo, donde el vestuario es una fiesta. La vaporosa falda roja de Laura, el casco de aviador y el vestido rosa de lentejuelas de Guillem, la camisa de cuadros y el sombrero de Marcia, el tutú de Montse.

Toca realizar prueba de visuales, de luz y de sonido. El escenario de la Biblioteca es muy diferente al de La Colline, así que habrá que ajustar muchas cosas in situ . Pero la compañía es a puesto, los decorados comienzan a levantarse y, poco a poco, 28 y medio va tomando forma, y todas las piezas comienzan a encajar. Porque hay que encajar este collage, el caleidoscopio que es 28 y medio , una obra que bebe de muchos referentes, que es a la vez un homenaje a todos aquellos fragmentos, momentos, canciones y textos que, de una forma u otra, han servido para crear un imaginario que ya es marca de la casa.

Así, aparecen en escena dos personajes en el interior de una casa, y su diálogo se convierte en una conversación entre Federico, ese alter ego de un director que se encuentra en el mezzo del camino della sua vita , y Antonietta, un diálogo que reproduce el inicio de aquella maravillosa historia que es Una giornata particolare , de Ettore Scola, y Federico le cuenta a Antonieta la historia del Notxa, el protagonista de aquel cuento infantil que tanto le gustaba al Oriol cuando era pequeño, y que narra la historia de un pintor que, para huir de la cárcel en la que estaba encerrado por haber desobedecido al emperador, pintó un cuadro y lo cruzó para entrar en un mundo de fantasía. Y, como él, Federico y Antonieta creen un cuadro y entran en otro mundo, el mundo del teatro, del cine, de la fantasía, y las cortinas nos desvelan otro escenario, y éste se convierte en un plató, y del plató emerge el arco de teatro, por donde entran unos actores, y estos actores se convierten en payasos… Y así, cortina tras cortina, capa sobre capa, los actores y actrices de ese 28 y medio se van transformando en varios personajes, y la espiral de escenas, de cuadros y de secuencias va creciendo y creciendo en una explosión de colores, de palabras, de imágenes y de música, la música que todos y todas cantan, acompañados por el acordeón de Juan Garriga, y de las guitarras, y de la batería, y toda la sala se llena de rumba, de folk, de melodías napolitanas y de canciones populares.

Y nos dejamos llevar por este viaje mágico y, en ese momento, encontramos respuesta a la pregunta inicial de la obra: "¿Cómo se hace para ser feliz"?