Adiós a la infancia, una aventi de Marsé

No siempre es fácil definir de qué se habla o bien, de qué se quiere hablar, cuando se inicia un proyecto. Quizás, con un poco de suerte, se va precisando durante el proceso; a veces, apenas se logra explicarlo durante las funciones. Pienso que es importante tener buenas ideas al principio para recoger elementos que puedan llevar muy lejos, como es importante confiar en esa fuerza subterránea que a menudo te impulsa, que va colocando las cosas en un cierto lugar que parecería propio. Quizás ha sido así en este curioso cruce de calles donde hemos confluido La Perla 29 y el Teatre Lliure, Marsé y Sisa, Pau Miró y yo mismo, el resto del equipo y, sobre todo, los actores... ¡oh bienvenidos, pasad, pasad!

Nuestra historia va de hombres de "hierro, forjados en tantas batallas, soñando como niños..." Nuestra historia va, pues, si quitamos el hierro y las batallas para los más jóvenes, de personas que, desde su sufrimiento, encuentran consuelo y camino en el fabular. Pueden salir de su miseria si piensan en una manera de avanzar, porque miran diferente y dicen cosas como: "Los sueños juveniles se corrompen en boca de los adultos" o "empecé a llorar como un niño, pero fumándome un habano, y mi hijo abrazado a mis piernas y llorando de verme llorar. ¿Y sabéis lo que le dije? Lo mismo que decís ahora vosotros, que esta mierda no iba a durar - y a mí me da que nos quedan muchos, muchos años por delante" o "Todo esto sucedió hace muchos años, cuando la ciudad era menos verosímil que ahora, pero más real" o "cuanto más viejo y carcamal se hace uno, menos ganas tiene de juzgar a nadie. Lo digo porque creo que Dios que ha de ser mucho más viejo y carcamal que yo, cuando me reciba allá arriba, no me juzgará. Me dirá: Pase usted Blay y acomódese por ahí".

Es un honor poder trabajar con Juan Marsé y con Jaume Sisa; con ellos y con sus materiales, con todo aquello que han ido inventando. Nosotros hemos podido conocerlos y jugar con sus criaturas. "Por caminos de arena búscate el paisaje, que te guste más para caminar. Agachado en la hierba mira el cielo de plata, deslumbrar tu rostro iluminado." Como el Niño que se hace grande durante la función, que va descubriendo, conociendo, aprendiendo, nosotros somos ya unos niños atrapados en sus mundos. Y estamos contentos de serlo. Y nos damos cuenta de... ¡tan solo faltas tú!

Oriol Broggi